Intervenir y remodelar espacios de segunda mano se convierte en la primera opción para los profesionales del sector.
Ya se ha hablado ampliamente de la crisis de la construcción y las implicaciones que tiene. El panorama está claro y las cifras son reales, pero, tal vez, llegó la hora de encontrar oportunidades y buscar alternativas que permitan sobrellevar la situación.
Así lo expresa Andrés Cardona, vicepresidente de Transacciones y Consultoría para Cbre Colombia, señala que “este año se presenta como un reto crucial para la economía colombiana, reflejando la oportunidad de avanzar hacia un futuro económico más sólido a través de reformas y decisiones estratégicas”. Tal vez una de estas decisiones apunte a que el sector constructor se reinvente y encuentre nuevas oportunidades en el mercado inmobiliario, particularmente en el llamado “mercado del usado”.
Lo cierto es que poner a punto un inmueble de segunda suele implicar obras de remodelación que le dan mayor valor comercial y, de paso, transformen y modernicen sus áreas. Es decir, intervenir estos espacios se presenta como una excelente oportunidad para los profesionales y empresas pymes del sector de la construcción.
¿Lo mejor? El campo se amplía sensiblemente, pues no se trata solamente de casas y apartamentos para vivienda; también involucra oficinas, locales comerciales y bodegas. Incluso, las áreas comunes de los edificios, hoteles, hospitales y complejos industriales. Ya lo anuncia Andrés Cardona: “La colaboración entre los diferentes sectores y la implementación de medidas estratégicas serán fundamentales”.
Campos como el industrial, de oficinas y retail vienen experimentando un crecimiento sostenido en el mercado inmobiliario, al tiempo que en vivienda y segmento hotelero empiezan a dar muestras de recuperación. Los formatos multifamily presentan un comportamiento muy positivo y un crecimiento sostenido en el futuro inmediato, favorecido por condiciones como las tasas de arrendamiento, la expansión de la clase media y las dificultades para acceder a vivienda propia.
Por su parte, la compra, venta y arriendo de viviendas, oficinas y bodegas está en ascenso. Según informe de Ciencuadras, con el respaldo de Davivienda, La Galería Inmobiliaria y El Libertador, la disminución de las tasas de interés será fundamental para la reactivación para la venta de vivienda nueva. En promedio, se proyecta una reducción de hasta -4,4 % en las tasas de crédito, que se dará de forma paulatina, lo cual contribuirá a mejorar la capacidad de compra de las personas a finales de 2024.
Y aunque la vivienda usada también siente el coletazo de algunos factores que afectan a la construcción, su precio de venta tiene un comportamiento estable, lo cual la convierte en una opción más segura y manejable. Así lo expresó Alberto Rodríguez, CEO de Century 21: “la vivienda usada se vuelve un refugio para el usuario porque encuentra un atractivo en precio”. A ello se suman las líneas de crédito para remodelar la vivienda que ofrecen las cajas de compensación. En conclusión, ante una situación compleja en la construcción de cero, los espacios de segunda mano se convierten en la primera opción para mover la caja del sector.
Encuentra toda la información al respecto en la edición 211 de la revista Construdata.